- Tienes mala cara - me dijo.
- Anoche, con la nevada, no pude llegar a casa. Dormí en casa de mi suegra y no he pegado ojo - dije yo.
- Pues entonces hoy dormirás como un tronco - me dijo ahora en tono festivo.
- ¿Como un tronco?, ¿Como duermen los troncos?.
- Mmm, no sé... es una forma de hablar. Es como decir que caerás como un tronco en la cama, vamos, como un tronco cortado quiero decir... ¿me entiendes?.
- Ah... ya. Pues bueno, supongo que sí.
Me miró unos segundos como si fuera un desconocido, se dió la vuelta y se marcho. Sus pasos al alejarse sonaron como el castañear de unos dientes postizos. Yo, que lo ví desaparecer tras la esquina como un ilusionista notorio, me quede reflexionando sobre sus palabras.
Ahora, que se acerca la hora de pecnoctar, no puedo dejar de pensar que soy un tronco al que están talando. En cualquier momento oiré un bramido con acento grave - Tronco va !!- y caeré en mi catre con un estruendo sordo.
Buenas noches.
2 comentarios:
La imposibilidad de dormir, ¿tuvo que ver con la cercanía de tu suegra? xD
Me acojo a la Quinta enmienda.
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