Sisifadas: Ni contigo ni sintigo.

Como algunos tenéis en conocimiento que ando a la caza de comprador para mi vivienda, os contaré algo que me tiene inquieto. Mi domicilio no quiere que me marche, shhhhhhhhh, no lo digáis muy alto, podría oírnos, el no sabe que yo lo sé.

Aún no llegará al mes que puse los anuncios de venta y todo iba bien hasta que empezaron a venir las primeras visitas, fue entonces cuando él empezó a dar los primeros síntomas de disgusto. El primero fue la aparición de una mancha de humedad en el techo del comedor, vale que llovía, pero nunca antes había salido hasta este momento.

Las visitas se repetían y en cada una de ellas yo me he hacía más experto en dirigir la mirada de los posibles compradores a otras direcciones, para así evitar tener que dar explicaciones de la dichosa mancha. No penséis que quiero vender el piso con esa gotera sin  reparar, es solo que no me apetece tener que estar dando justificaciones y saber que seguro que creen que les estoy engañando.

Así pues, mi piso, viendo que su artimaña no surtía efecto decidió pasar a mayores, se alió con el bloque al completo. Un par de semanas atrás la escalera empezó a oler a alcantarilla. Como había estado lloviendo tanto lo achaqué a que quizás estaban revueltas, o que se yo, y que la peste acabaría desapareciendo, pero cada día que fue pasando el olor se intensificaba, llegando incluso a tener que dejar la puerta de la portería abierta los dias de visita para que se airease la escalera y que no se notase el olor. Finalmente recibí noticias del dueño del local de que había una fuga en el desagüe general y que se estaban filtrando aguas menores a sus dependencias.

Avisado el seguro y enviado a primera linea de fuego su perito, dictaminó dificultades para la comunidad, ya que ellos no se hacían cargo del problema al no ser del bajante, sino de la parte que se une con el alcantarillado general. Bueno, pues nada, a gastarnos las cuatro perras que tenemos de fondo, si total nos sobra el dinerillo.

Llamamos a un paleta que tras agujerear la pared del local nos confirmó el peor de los diagnósticos:

1. Que su agujero no servía para nada.

2. Que había que romper el mármol de la entrada para poder acceder a la arqueta y que la cuba quitase el tapón que hay formado.

Así que, el lunes tiene que volver a venir a hacer el destrozo a la portería, y luego la cuba, y después hay que arreglarlo todo, en fin, un despropósito.

Y entre tanto el martes tengo otra visita, a ver que le explico yo a los que vengan para que no se piensen que esta casa es una ruina. 

Mi morada ya cree que ha ganado la guerra, pero esto ha sido solo una batalla, esto continua y aquí solo puede quedar uno...