Tres elefantes cruzaban el río con paso sosegado, una estampa africana magnifica.
Al salir del agua con su lento caminar nos asombramos ante tantas trompas, ¿acaso no eran solo 3?¿como entonces habían 6 trompas?. El último de ellos, en una demostración de soberbia, se giró hacia nosotros exhibiendo tan colosal apéndice. Si pudiera hablar, haciendo gala de su prodigiosa memoria, podría explicarnos cuantos de nosotros nos quedamos con cara de envidia...
4 comentarios:
Yo creo que os estaba desafiando... Lo correcto, para no faltar al honor del elefante, hubiera sido que los "machos" de vuestro grupo le hubiéseis enseñado vuestras "trompas".
Creando, de ese modo, un vínculo hombre-animal muy fuerte, sí... muy fuerte xDDD
Yo no lo hice por no humillar a los otros "machos" de mi manada... ya sabes que las comparaciones son odiosas. xDD
A cualquier cosa la llamas tú colosal, querido Juselin. Y lo dejo ahí :P
Eso es lo que les dije yo a los otros...
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