Mi vecino es idiota, no me cabe la menor duda de ello. Hace tiempo que lo intuía, pero alguno de sus últimos actos han acabado de confirmar esa sospecha. Tampoco es cuestión de anunciarlo a bombo y platillo ya que debido a su idiotez extrema dudo que se diera por aludido (aun y con todo siendo mi único vecino) y además, supongo que los que le rodean ya se habrán percatado de ello hace mucho tiempo, excepto su madre, las madres nunca ven lo malo de sus hijos. La verdad es que hay momentos (cuando no pienso -que tío mas idiota!-) en los que me da pena, no se que es peor, si ser idiota o dar pena, pero creo que provocar esos dos sentimientos a la vez es malo. Espero equivocarme al presagiar que acabará mal si no cambian mucho las cosas, pero todos sabemos que es muy difícil cambiar, sobre todo si eres idiota. Aun así deseo que su cerebro sufra algúna mutación fruto de la evolución y se corrijan algunas de sus neuronas defectuosas, los milagros existen... ¿o no?.
3 comentarios:
Con mi comentario quiero unirme a diagnóstico precoz de idiotez de nuestro vecino. Incluso añadir un segundo síntoma, la gilipollez. Que pena no poder recomndarle ningún especialista, medicamento o antídoto. Seguiermos esperando que la suerte quiera brindarnos una suculenta primitiva y poder mudarnos de piso, para que así nuestro querido e idiota vecino disfrute en su poza de su gilipollez.
la gilipollez es un sintoma de la idiotez??
No lo es, pero se complementan estupendamente...
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