Esta mañana, mientras mi padre era intervenido en el quirofano, mi hermana me hizo un comentario al respecto de una conversación que habia escuchado en la misma sala de espera (sobre mi padre todo ha ido bien para los que les interese, dos martillazos por aquí, un poco de lima por allá, alehop!, rodilla nueva...). Me contaba que en un grupo cercano a nosotros, y de alto nivel intelectual, (quizas médicos, abogados, o vete tú a saber qué) alguien estaba narrando alguna peripecia y utilizó la expresión estrangular el folículo pilosebáceo (no se si exáctamente esta fue la expresión, pero si no es así era algo parecido) refiriendose a petarse un grano "pá entendernos". Ese comentario la hizo sonreir y nos hizo reflexionar sobre lo importante que es la educación... vital, vamos. Cuando te conviertes en alguien super-culto y super-educado (no voy a decir super-rico, porque seguramente hay más de un jugador de futbol, forrao hasta las trancas, que se peta granos) dejas de hacer las cosas vulgares que hacemos la plebe, supongo que aparte de dejar de petarte granos y pasar a estrangular pilonosequés, dejas de cagar para pasar a abonar el mundo con tu sabiduría en barra. Es cierto que cuesta imaginarse a Dña. Sofía sentada en la taza (no a Cela que creo que es la excepción que confirma la regla), o a Obama hurgandose en la nariz buscando petroleo, y ya no te digo a Einstein haciendo magia y sacandose una pelotilla del ombligo, pero lo cierto es que aunque cueste imaginarselo alguna "guarredida" habran hecho ¿no?.
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